miércoles, 12 de diciembre de 2012

Flam, a los pies del Sognefjord



Hoy voy a explicaros nuestra experiencia en Flam, la primera escala que realizamos en el crucero por los Fiordos este verano. Este pueblo noruego, que cuenta con cerca de 500 habitantes y que por su ubicación parece de cuento, está situado al final del fiordo Auralandsfjord, que es a su vez un brazo del Sognefjord (el segundo fiordo más grande del mundo, después del Scoresby Sund de Groenlandia). 

Llegada a Flam
 

Nada más bajar del barco, a primera hora de la mañana, paseamos una horita por Flam. Un pequeño tour de reconocimiento. Posteriormente, hacia las 10.30h., realizamos la Excursión del Tren de Flam y Cascadas Noruegas. En mi opinión, una de las más completas de la zona (entre todas las que nos ofertaron), ya que permite ver, en unas horas, diferentes lugares bastante distanciados entre sí. Existen varias empresas externas que ofertan esta excursión con unos costes bastante más reducidos que los de las navieras.  


A las 11.00 horas partimos de Flam con el famoso tren Flamsbana hasta Myrdal. Esta línea, que ofrece unas bonitas instantáneas de los paisajes noruegos y que se inauguró en los años 40, cuenta con veinte kilómetros de recorrido y con una de las vías férreas con más desnivel del mundo. A mitad de camino, el ferrocarril realiza una parada de 5-10 minutos en la cascada de Kjos. Más tarde, aproximadamente una hora después de salir de Flam, llegamos a Myrdal y hacemos transbordo en la línea Oslo-Bergen, hasta llegar a Voss, una población clave durante la Segunda Guerra Mundial y donde actualmente se celebra el festival de deportes extremos (primera semana de julio). Damos un paseíto alrededor del lago Vangsvatnet y comemos en el Hotel Fleischers (incluido en la excursión). Si bien vale la pena todo el recorrido, Voss me dejó bastante indiferente.
Tren de Flam


Después de comer, visitamos la cascada de Tvinde (Tvindefossen), de más de 100 metros de altura y cuyo significado es "doble". Es decir, son dos cascadas gemelas. Seguimos por el Valle de Stalhiem y bajamos por la carretera del antiguo Correo Real, que cuenta con cerca de 10 curvas muy muy pronunciadas (claramente y por nuestra seguridad, con un solo sentido y dirección). Pasamos dos largos túneles, de 5 y de 11 kilómetros. Hacemos una parada de 5 minutos en Gudvangen (al lado del fiordo más pequeño, el Naeroyfjord) y pasamos por la entrada de Unredeal, el pueblo del Brown cheese (un queso caramelizado muy popular en el país, que se puede adquirir en cualquier supermercado). Según nuestro guía, cuando Noruega era un país muy pobre, antes de descubrir petróleo en el Mar del Norte en los años 60, sus habitantes utilizaban este alimento para dar un mínimo de sabor al pan.  
Tvindefossen
 Algunos datos curiosos que nos deja el guía: 

  • Cuentan las leyendas que las rocas de los ríos son trolls petrificados, que salían por las noches y que, al ser muy poco listos, con la salida del sol se convertían en rocas
  •  Debido a sus carreteras, la máxima velocidad en casi todos los tramos es de 80 km/h excepto en Oslo, donde pueden llegar a los 90 km/h. 
  • Las temperaturas: en invierno, entre los 0 y los menos 20. En verano: Entre 17 y 20 grados.

martes, 27 de noviembre de 2012

Andorra, el país de los Pirineos


Andorra es un destino perfecto para una escapadita de fin de semana en otoño. Exactamente, y para los que dejan a un lado las pistas de esquí, durante el mes de noviembre, antes de la inauguración de las mismas, es para mí uno de le mejores momentos (y cuando más ofertas hay). Eso sí, para evitar las colas que suelen crearse en el paso fronterizo los sábados, recomiendo llegar el viernes por la noche o madrugar bastante el sábado. Para los que no se decanten por estas dos opciones: una buena dosis de paciencia.

Desde hace un par de años, escojo como campo base los acogedores apartamentos del Hotel Anyós Park, que dan mucho más juego que una simple habitación de hotel, ya que podemos descansar, cocinar, ver la televisión... Ubicados a 10 minutos en coche del centro de Andorra, este complejo tiene el encanto de encontrarse en medio de la montaña, con todas las facilidades que aporta un aparthotel: toallas y secador en el baño, kit de cocina de bienvenida (con jabón, estropajo y paño de cocina), enseres de cocina (cazuela, platos, vasos, cubiertos…), nevera, vitrocerámica, microondas y servicio de habitaciones. Las zonas comunes, como el lobby, disponen de wifi gratuito. Además, tiene un potente sistema de calefacción del que no pueden presumir todos los hoteles de Andorra (por experiencia). 
Foto del salón-comedor del apartamento para 2/4 personas
Además de llegar en una santiamén con el coche a las princpiales calles comerciales de Andorra (Avenida Meritxell y avenida Carlemany), su estratégica localización es ideal para realizar todo tipo de rutas por el país de los pirineos. Este año, hemos hecho la Ruta del Ferro (del Hierro) y la de los Lagos de Tristaina. La primera, más relajada, empieza al final del pueblo de Llorts. Aquí, en una minas de hierro que normalmente permanecen cerradas, empieza un agradable camino junto al río que permite, además de disfrutar del paisaje, descubrirlos recursos vinculados al proceso de obtención, transformación y comercialización del hierro entre los siglos XVII y XIX. Es muy entretenida y es apta para todos, incluso para los que las palabras 'ejercicio' o 'deporte' no entran dentro de su vocabulario. 

La excursión a los Lagos de Tristaina es un pelín más dura (solo un poco), pero merece la pena. Para llegar a ellos, hay que seguir dirección Ordino, pasar El Serrat y llegar a las pistas de esquí Vallnord-Arcalís. La ruta empieza en el área de serveis La Coma (un poco más arriba del párking número 11). Para ésta ultimo recorrido recomiendo encarecidamente llevar calzado de montaña y ropa de abrigo, además de agua. El conjunto de Tristaina está compuesto por tres lagos: el lago Primer (a 2.250 metros), el lago del Mig (a 2.300 metros) y el lago de Més Amunt (a 2.330 metros). 


Lagos de Tristaina
Además de las compras (electrónica, cremas, colonias, tabaco, chocolates...), que en muchas ocasiones nos podemos ahorrar hasta un 20% respecto a España, para cerrar el fin de semana, y más si es después de una buena caminata, me quedo con una visitilla a Caldea, uno de los complejos termales más grandes de Europa. Me encanta. Nada que ver con un spa urbano. Existen dos tipos de entrada: la del espacio termolúdico y la del espacio Wellness. 

El espacio termolúdico, que permite el acceso durante 3 horas, incluye el acceso una gran laguna interior, los jacuzzis, baños indooromanos, laguna exterior, zona de hammams y saunas, una zona polar (con hielo y agua fría), y dos zonas de relajación (una de infrarojos y otra de luz de wood). En cambio, el espacio wellnesss, cuyas horas son ilimitadas, además de dar acceso al espacio termolúdico, incluye la entrada a la planta superior del centro, que cuenta con baño de pomelos, baño azteca, camas de agua, psicina zen, jacuzzi exterior, bar con mini-piscina (aguas y té gratis), gran hammam turco y albornoz, chanclas y toallas gratuitas. Actualmente, están de ampliación, y en 2013 abrirán Inúu, un espacio más exclusivo y muy enfocado a las parejas. 

Gran laguna interior del Espacio Termolúdico










miércoles, 14 de noviembre de 2012

Mapas pop out


Hoy el post será cortito y breve, pero espero que útil. Sólo quiero recomendar a todos los viajeros los mapas de bolsillo Plano Pop Out de El País Aguilar, ideales para llevarlos a todas horas (incluso cabe en el bolso de noche) y no tener que cargar con pesadas guías que, una vez estudiamos y llegamos al destino, acabamos dejando en el hotel. Con las cubiertas plastificadas y con un coste de 3,99€, cada Plano Pop Out suele contar con cinco mapas: uno general de la ciudad, otro del centro histórico, otro del metro y/o de los transportes públicos y otros dos de zonas turísticas más específicas (por ejemplo, la ciudad del Vaticano y el Fori Imperiali, en el caso de Roma). En todos ellos se señalan los lugares de interés, mercados, hoteles principales, puntos de información, restaurantes, transportes públicos, jardines y museos. A mi me llevan acompañando ya unos añitos, y me parecen la mar de prácticos, tanto por su formato como por toda la información que pueden llegar a contener. La única crítica que tengo sobre ellos: la falta de una escala para interpretar la distancia entre dos puntos.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Una semana a bordo del MSC Magnífica




Existen muchas formas de viajar y los cruceros son, sencillamente y pese al aluvión de opiniones divergentes que estas ciudades flotantes reciben, una más. Ni mejor o peor que el resto, sólo diferente. Si bien es cierto que dudábamos inicialmente de esta forma de orientar nuestras vacaciones, totalmente novedosa para nosotros, la zona que queríamos visitar este verano 2012 (los Fiordos Noruegos) y el tiempo que teníamos (una semana) no nos dejaba muchas opciones. Después de adentrarme por primera vez en el curioso y organizado mundo del crucerista y analizar las diferentes navieras, optamos -valorando la ruta, el buque y la calidad precio- por el MSC Magnífica, de la naviera italiana MSC Crocière e inaugurado en Hamburgo en marzo de 2010. Este, con salida de Kiel (Alemania), hacía escala en Flam, Bergen, Stavenger, Oslo y Copenhague, para acabar de nuevo en su punto de partida. Lo que nos ayudó a decidirnos: que el desembarque a los pequeños pueblos y ciudades que incluía la ruta era, casi siempre, en el centro de los mismos, y por un periodo considerable de horas. Es decir, cercanía y tiempo suficiente.


La elección de camarote, dada la poca diferencia de precio que había con el resto disponibles y las inigualables vistas que ofrecía el recorrido, no fue un problema: cabina con balcón, totalmente aconsejable. Exactamente, la 8016. Perfecto, muy cómodo y, que también es importante, muy nuevo y cuidado. Contaba con un amplio armario con perchas, muchos cajones, baño bien aprovechado (con hilo para tender el bañador incluido), cama grande y cómoda, un tocador, un pequeño sofá y, como no, el balconcito, que realmente da mucho juego (además de ser una muy buena opción para la gente que padece claustrofobia). La única pega: la cortina del baño, que podían modernizarse un poco, como ya han hecho algunos de sus competidores, y poner mamparas. 
Foto del camarote 8016

Los servicios son, en estos barcos mastodónticos, infinitos. En nuestro caso, los que más utilizamos fueron los grandes y calentitos jacuzzis de la piscina interior La Gruta Azzura, donde íbamos a parar después de cada excursión o visita; el gimnasio, con unas vistas impresionantes al océano y/o a los fiordos; y la galería fotográfica, donde se pueden encontrar los retratos que toma el fotógrafo oficial del barco (y que recomiendo encarecidamente comprarlos al final, pues es más fácil negociar precio y hay más ofertas). Un par de noches visitamos el casino Atlantic City y una tarde el Áurea SPA. Este último, de pago, ofrece, a mitad y final del viaje, algunos descuentos en masajes, y cuenta, además, con un circuito termal de jacuzzi, sauna, hammam y solárium. 

Como somos muy de ir por libres, decidimos dejar en segundo término las actividades del barco. No obstante, en ratos libres y sin salirnos de nuestro principal objetivo (exprimir al máximo la visita de los pueblos y ciudades) disfrutamos de algunas de ellas: construcción de estatuas de hielo; una clase de tarantela, baile típico italiano; y del increíble espectáculo de variedades Myths and Poets en el Royal Theatre.
Piscina exterior MSC Magnífica

Finalmente, es imposible dejar de hablar del tema gastronómico, que tanto atrae a los pasajeros. Por un lado, el Magnífica cuenta con el restaurante Sahara, un buffet libre, y, por otro lado, con los restaurantes a la carta L’Edera y el Quattro Venti, que se asigna uno u otro en función del número de camarote (teniendo ambos la misma oferta). Todos ellos sin coste extra (a diferencia del restaurante japonés Oriental Plaza). Siempre que sea posible, aconsejo el restaurante a la carta, con platos mucho más elaborados y mejor servicio que el buffet, que es ciertamente mejorable. La gastronomía, en general, italiana y mediterránea: risotto, pasta, ternera asada, salmón al vapor, caldos varios, lubina al limón, mousse de gorgonzola, embutidos italianos... Si bien las cantidades no son grandes, se puede repetir y pedir tantos platos como se desee. Tampoco puedo dejar de mencionar el Gran Buffet Magnífico (conocido como el buffet de media noche), que se celebró en el Sahara bar a medio viaje y es una muestra de toda la maestría y savoir faire de los cocineros, e incluye simpáticas figuras realizadas con frutas y, otras, con pan. 

Gran Buffet Magnífico

Para cerrar este post, un consejo sobre el equipaje de los cruceros por los fiordos: intentar llevar, en una maleta de no más de 20 kg, todo tipo de ropa, aplicando el método de la cebolla. Esto es: camisetas de tirantes y manga corta, algunas chaquetillas, otra chaqueta que abrigue un poco más (de otoño), tejanos, pantalón corto (para el barco), un chubasquero (hay zonas donde llueve más de 300 días al año), bañador o biquini (para el barco), algún polar no muy grueso por si se quiere salir de noche a cubierta y un o dos vestidos de noche para ellas (y un traje para ellos). De calzado, como mínimo: chanclas para la piscina, una deportivas y unos zapatos de vestir. No está de más tampoco algún calzado que vista un poco más (para las chicas, por ejemplo, unas manoletinas mínimamente consistentes).